Aunque parezca que al final no estaban tan lejos, 129 a 120, y que incluso se pusieron por delante en los minutos finales los Spurs, la victoria fue fácil.
En ningún momento pareció que los de San Antonio iban a ganar el partido, si acaso lo podía perder Sacramento.
El inicio del partido fue como si los Kings estuviesen aún en el hotel, pero San Antonio es un equipo en construcción muy muy flojito e inconsistente.
Wembanyama tiene muy buena pinta, pero lo primero debería haber sido rodearlo de veteranos que le enseñen, y en esta plantilla del equipo de Texas no hay ese tipo de jugadores.
El otro que le puede enseñar es Popovich, pero me da que aunque sea muy buen entrenador, no habla el mismo idioma que un niño que podía ser su nieto o bisnieto.
Tiene muy buena pinta Keldon Johnson, y con Collins y McDermott son los únicos que no traspasaría de estos Spurs, además de Wemby por supuesto.
En los Kings se pudo ver otra vez al mejor jugador americano de baloncesto, muy lejos de los demás, el nunca lo suficientemente alabado De’Aaron Fox. No olvidarsen de que Jokic, Anteto y Doncic NO son americanos.
Fox juega como si lo hiciese contra infantiles. Hace lo que quiere, cuando quiere, y porque quiere, y nadie le puede parar. 43 puntos dando la sensación de que podía hacer lo necesario para ganar el partido cuando hubiese querido.
Ayudó Sabonis, casi con el triple doble de costumbre: 27/14/7, y también Monk con 20 puntos más. Hay quién dice que Malik no defiende cuando digo que podía ser titular en 3 de cada 4 equipos de la NBA, pero es que los que juegan en su posición no defienden tampoco, y la mayoría ni meten puntos siquiera.
A ver el domingo contra Dallas.